¿Se debe añadir la leche al té o el té a la leche?
Hay tantas maneras de preparar un té que hasta los propios británicos no están de acuerdo sobre cuál es la adecuada. Sin embargo prácticamente todo el mundo está de acuerdo en que, si se quiere tomar té con leche, se debe echar primero la leche y sobre ella el té. De la misma manera, hay acuerdo en que la leche debe ser fría y sin que previamente haya sido hervida.
Los taninos, uno de los principales componentes del té, son los responsable de su sabor amargo y astringente.
Al añadir leche al té, los taninos se unen a las proteínas de la leche y disminuye en gran manera su astringencia.
Si se echa la leche sobre el té caliente, las proteínas de aquella se desnaturalizaran en parte perdiendo entonces la capacidad de enmascarar a los taninos. Al echar el té caliente sobre la leche fría se consigue que la temperatura aumente lentamente, dándole tiempo a la leche a realizar su tarea. De la misma manera, en la leche hervida, las proteínas ya se encuentran desnaturalizadas.
[La cafeína(3% del extracto seco) confiere al té su poder estimulante. En menor medida la teobromina(0,1 %) y la teofilina(0,005%).
Las aguas de fuerte mineralización no son buenas para preparar un buen té ya que precipitan (hacen desaparecer) muchos de los compuestos aromáticos del té.
La cafeína y los aromas se extraen en tres o cuatro minutos. La extracción de los taninos es mucho más lenta
sábado, 26 de diciembre de 2009
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